Además, las vacaciones nos permiten salir de la rutina y son perfectas para reponer fuerzas y descansar; es una oportunidad perfecta para mantener sano nuestro cerebro que durante el año vive deseoso de nuevas aventuras y emociones. Viajar despierta en nosotros la necesidad de conocer nuevas culturas ¡y nuevos sabores!. Es el momento ideal para abrir nuestra mente y nuestro paladar a nuevas experiencias. Sabores que posteriormente, ya en la tranquilidad de nuestro hogar, nos trasladan hasta ese momento y lugar. Conocer un país por su gastronomía y sus bebidas es sin duda un tipo de turismo que a todos nos estimula considerablemente. Vamos a hacer un recorrido por cuatro destinos con un sabor único e inigualable que desde POMPADOUR hemos querido recolectar para ti.
Rooibos de Sudáfrica con sabor a vainilla
El país africano tiene tantísimo que ofrecer que cualquier viaje se hace corto. Un imprescindible de esta aventura es hacer un safari y disfrutar de los animales de las reservas del Parque Nacional Kruger o la del Parque Transfronterizo de Kgalagadi. Poder ver leones, rinocerontes, búfalos y elefantes corriendo libres por la sabana africana es el sueño de cualquier amante de los animales. Otro imprescindible a la hora de conocer Sudáfrica es visitar Ciudad del Cabo. Bañada por el Atlántico, su mayor tesoro es la Table Mountain que desde 2011 forma parte de una de las siete maravillas naturales del mundo. Sin alejarse de Ciudad del Cabo puedes visitar la playa de Boulders, en Simon´s Town, donde puedes encontrar una enorme colonia de pingüinos africanos. Otro imprescindible es el Cañón del río Blyde, con más de 29.000 hectáreas es el tercer cañón más grande del mundo. No puedes abandonar el continente sin visitar el Parque Nacional de los Elefantes de Addo, un santuario para los más de 550 elefantes residentes aunque también puedes ver otros animales como búfalos, hienas, leopardos y rinocerontes negros, o hacer una de las rutas en conce más bonitas de África: la Garden Route y descubrir lagos, bosques y playas vírgenes.
La gastronomía sudafricana tiene su origen en la comida británica, por ejemplo son famosos el filete y la salchicha boerwors, así como la verdura cocida y las papas fritas, aunque también tiene influencias de los esclavos africanos que llegaron de Asia por lo que, entre sus comidas típicas, podemos encontrar el Bobotie -un plato a base de carne picada con salsa picante - los Sosaties -una especie de kebab de carne- y el Pudín. Además, Sudáfrica ocupa el tercer lugar del mundo en el ranking de productores de vino. Y la joya de la corona sudafricana es: el rooibos. Esta variedad se cosecha de un arbusto autóctono de la zona que es muy apreciado por sus propiedades y porque no contiene teína ni cafeína. Con un sabor inigualable, el rooibos de Sudáfrica con sabor a vainilla de POMPADOUR, es una infusión elaborada con el rooibos que proviene de la región ubicada en los alrededores de las montañas sudafricanas.
Té blanco, brotes de la montañas de Fujian
Y de Sudáfrica viajamos a la República de China, en concreto a la provincia de Fujian. Situada al sureste su capital es Fuzho y fue una de las primeras comarcas que se abrieron al comercio internacional y es considerada como “el tesoro verde del sur”. Debido a su apertura al mar, a su naturaleza montañosa y a las numerosas corrientes migratorias provenientes de China, la provincia de Fujian es uno de los lugares más lingüísticamente diversificados y, entre los habitantes, existe un dicho popular que dice “si conduces cinco kilómetros en Fujian la cultura cambia y si conduces diez cambia el idioma”. Además del turismo de montaña y playa los viajeros pueden visitar algunos enclaves de gran belleza natural como el monte Wuyi que en 1999 fue incluido por la UNESCO entre los lugares Patrimonio de la Humanidad. Este monte es conocido por sus aguas cristalinas así como sus paisajes naturales majestuosos y sus grandes campos de cultivo del té. Entre otras atracciones turísticas de la zona destacan las Casas Redondas Hakka en Yongding o el Aping Bridge que, con más de 2.070 metros de largo, este puente es un sitio protegido dentro de la Administración Estatal de Patrimonio Cultural. Otro de los imprescindibles es el Nanputuo Temple; este templo budista fue fundado en la época Tang en la ciudad de Xiamen.
La gastronomía tradicional china es una de las más importantes y conocidas a nivel internacional. Algunas especialidades y platos dependen mucho de la región a la cual pertenecen, este es el caso de la gastronomía de Fujian, una provincia que cuenta con alrededor de 2.800 km de costa, y por lo tanto cuenta con una cocina rica en pescados y mariscos. Además se distingue de otras por su gran sutileza en el aroma, el gusto y el uso de frutas. Entre las bebidas más destacadas de la región se encuentra el té blanco, elaborado solamente con las hojas más jóvenes y sus delicados brotes que se someten a un cuidado proceso de secado mediante luz y aire natural. El Té Blanco de POMPADOUR cumple con los requisitos de este tipo de infusión gracias al esmero, la minuciosa elaboración y la amplia experiencia que nos avala.
Urban Chai, intenso y vibrante Té Chai
La India intriga y fascina a partes iguales. Sin salir del continente asiático volamos con destino a Nueva Delhi, una de las capitales del mundo con más historia. En esta ciudad podemos encontrar dos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad: el Qutab Minar y la tumba de Humayun. Esta ciudad cuenta con una infinidad de posibilidades para los turistas ya que la zona histórica de Old Delhi tiene varias mezquitas y fortalezas así como murallas de gran belleza. El Fuerte Rojo, el Templo de Loto, la Puerta de la India o Akshardham son solo algunos de los monumentos que puedes visitar en la ciudad. Otro lugar imprescindible es la ciudad de Agra que debe su fama a uno de los monumentos más importantes de la historia: el Taj Mahal. Conocida como la Venecia del Norte, Udaipur, es una de las ciudades más espectaculares del Rajastán gracias a sus enormes palacios y lagos azules. También es de obligada visita los backwaters de Kerala donde playas, ríos y canales conviven entre palmeras y casitas coloniales. Y no podemos abandonar la India sin conocer el corazón espiritual del país: el río Ganges, el más sagrado de todo el continente. Un lugar que marca las fronteras entre la vida y la muerte, la fantasía y la realidad a través de los famosos escalones conocidos como ‘ghats’, donde peregrinos y locales se zambullen para bañarse en las aguas en busca de la bendición, la purificación y la fortuna.
La gastronomía india es muy variada, resultado de la diversidad de culturas que han enriquecido a lo largo de la historia este territorio. Los ingredientes más importantes empleados en la cocina india son el arroz, el atta -tipo de especia de harina de trigo integral con el que se elabora el pan- y al menos cinco docenas de variedades de legumbres siendo la más importante la chana -el garbanzo- así com el urad -lenteja negra- y el mung o soja verde. Además, la comida india se caracteriza por sus fuertes condimentos y currys. De este amor por las especias y condimentos nace el té chai, una bebida elaborada con una mezcla de té negro y aromáticas especias, que se sirve caliente con un toque dulce. Entre las especias que se utilizan para su elaboración destaca el cardamomo, la canela, el clavo, el jengibre, la vainilla y el anís, entre otros. En POMPADOUR, cautivados por su sorprendente sabor y sus infinitas posibilidades, hemos querido darle el valor que se merece elaborando un té que nos transporta al corazón de la India ¡desde cualquier parte del mundo! Tradición y modernidad en una infusión que puede servirse sola o con leche.
Marrakech, el genuino té moruno
Para concluir con nuestro viaje volvemos al continente africano y nos situamos en Marruecos, en concreto en Marrakech, una de sus ciudades más importantes. Como otras ciudades imperiales marroquíes está dividida en dos partes: el centro con la gran Medina o ciudad vieja, rodeada de maravillosos bastiones de tierra roja, y fuera de las murallas la conocida como ciudad nueva -construida por los franceses durante el dominio colonial- que se encuentra en continua expansión. Entre los monumentos imprescindibles de Marrakech se encuentran la Plaza Jamaa el Fna, el centro neurálgico de Marrakech, donde puedes encontrar desde monos a encantadores de serpientes, aguadores o vendedores de zumos naturales, hasta puestos de comida callejeros. Otros de los monumentos esenciales de la ciudad son la Medersa Ben Youssef, las Tumbas Saadíes o el Mellah -antiguo barrio judío donde se puede visitar su sinagoga o el cementerio judío-. Entre las atracciones favoritas de los turistas destaca zambullirse en las callejuelas del Zoco y regatear con sus comerciantes. En plena Medina está el laberinto de callejuelas de tiendas, donde podrás comprar farolillos de metal, babuchas, chilabas, juegos de té, especias o ropa. No puedes abandonar la ciudad sin visitar su muralla o algunos de los antiguos palacios árabes conocidos como Riads o perderte en los Jardines Majorelle.
Pese a que a muchos les sorprenderá esta afirmación en Marruecos en general, y en Marrakech en especial, es uno de los lugares donde mejor se come del mundo. A parte de la influencia francesa, el turismo ha hecho de esta ciudad marroquí un ejemplo de fusión de platos tradicionales con platos internacionales, haciendo de Marrakech un espacio único gastronómicamente hablando. Los platos típicos son los tajines y el cuscús que se suelen mezclar con verduras, huevos o carne de ternero o pollo. El sabor especial de los productos que se emplean y el buen precio al que se puede comer en muchos restaurantes hacen de esta ciudad uno de los destinos imprescindibles de cualquier turista gastronómico. Además, su té moruno (té elaborado con hojas de menta) es una de las bebidas más populares en los países del Magreb. En POMPADOUR, cautivados por su sabor, hemos elaborado un té verde con hierbabuena que al saborearlo nos hace teletransportarnos a las callejuelas más recónditas de Marrakech.