¿Te vienes de viaje con nuestros tés del mundo?

Tés del Mundo

Té Blanco

Hacemos un largo recorrido hasta las montañas de Fujian, en China, en las que desde el siglo XI se recolectan los brotes más jóvenes de té, recubiertos por un velo blanco, y que se someten a un delicado proceso de secado con luz y aire hasta conseguir uno de los tés más exquisitos de todo el mundo: el Té Blanco.

Diez siglos en los que se continúa fiel a la tradición y a las leyendas que hablan del poder rejuvenecedor y de las fuerzas especiales que confiere el consumo de este té, muy apreciado por los emperadores chinos.

 

Urban Chai

Desde China viajamos a la India para conocer un poquito mejor el Urban Chai, el té negro Pompadour con especias de la India. Clavo, cardamomo, canela, jengibre, anís estrellado, raíz de achicoria, pimienta negra, un toque de vainilla y hojas dulces de zarzamora acompañan al té negro y nos trasladan a la India.

Fue en el siglo XIX cuando los colonos ingleses asentados en la India comenzaron con el cultivo del té negro para contrarrestar el monopolio de China y Japón. Esta bebida, el “cha” (té en Chino), fue tan aceptado y bienvenido en la cultura hindú que creó el Masala Chai o Chai, el té negro con especias, reconocido en todo el mundo como el té originario de la India.

 

 

 

Marrakech

Y dejamos el intenso aroma de las especias del Indian Chai para viajar al norte de África, a Marrakech y disfrutar de un refrescante e intenso té moruno, el té verde con hierbabuena.

Las hojas sin fermentar de la planta Camellia sinensis llegaron entre los siglos XVIII y XIX desde los cultivos milenarios del este asiático gracias al intenso comercio de la época. Y fue tan bien acogido que su consumo con hierbabuena o menta se generalizó y ya se ha convertido en un indispensable acompañante de toda comida en el Magreb.

Marrakech Pompadour es una combinación de hojas de té verde y hierbabuena. Si lo que queréis es trasladaros a las callejuelas de la medina marroquí os recomendamos tomarlo muy caliente y con mucho azúcar.

 

Rooibos con Vainilla

Después de estas tres tazas de té… ¿os apetece un rooibos? ¡Pues nos quedamos en África, aunque nos desplazamos hasta el sur! Y en las montañas del Ceder encontramos el rooibos, un arbusto con cuyas hojas elaboramos esta infusión de sabor suave y aromático y de color rojizo (origen de su nombre).

El rooibos fue popularizado en Europa desde 1904 por un comerciante que observó a unos nativos beber una infusión elaborada con las hojas y ramas de este arbusto.

En Pompadour, ofrecemos nuestra infusión Rooibos con vainilla, una combinación exquisita que podéis compartir con los más pequeños de la casa por su ausencia de cafeína y que es ideal para descansar después de este largo viaje.

¡Hasta la próxima semana!