Defiéndete naturalmente con infusiones de Equinácea

El origen de la Equinácea

Las primeras referencias del uso de la equinácea datan del año 1737, cuando John Clayton —botánico americano—, incluyó su descripción y virtudes medicinales en su libro "Catalogue of Plants Fruit and Trees Native of Virginia". Más tarde, otros expertos de la botánica la señalaron como una ayuda natural en la medicina popular. Igualmente, no sería hasta el inicio de los años cincuenta cuando sus propiedades comenzaron a ganar notoriedad. Pues, en uno de sus frecuentes viajes, Alfred Vogel —pionero suizo de la salud natural— entabló una cercana amistad con Black Elk, "Alce Negro", jefe de la tribu de los indios Oglala Lakota, quien le mostró los usos de esta planta como remedio natural para aliviar el dolor de garganta y muelas, combatir infecciones, curar mordeduras de serpientes y sanar heridas de flecha. Además, al final de su estancia, Alfred Vogel recibió del jefe Alce Negro un puñado de semillas de equinácea en señal de su amistad, las cuales comenzó a cultivar en Suiza.

 

Qué es y qué significa equinácea 

La equinácea es una planta herbácea de la familia Asteraceae y sus flores son de tonos rosáceos o púrpuras. El nombre de esta planta proviene del griego Echinos, que significa ‘erizo’, por su cabezuela central llena de espinas. 

 

Qué beneficios tiene la equinácea

Distintos estudios científicos señalan que la equinácea contribuye a mejorar nuestro sistema inmunológico. Tanto es así, que la ESCOP (European Scientific Cooperative On Phytotherapy) y la EMA (Agencia Europea del Medicamento) recomiendan su uso como coadyuvante en el tratamiento y la prevención del resfriado común. Esta bella planta nos ayuda inhibiendo la secreción de las proteínas que regulan los mecanismos de inflamación (citoquinas proinflamatorias). 

Por otro lado, la equinácea se ha utilizado, tradicionalmente, como cicatrizante de heridas, y para el alivio de manchas y espinillas debidas al acné leve, gracias a su función antioxidante, antibacteriana y antifúngica.


Cómo tomar equinácea a diario

Una alternativa a tomar equinácea en cápsulas es disfrutar de ella en forma de infusión. Para ello, en Pompadour hemos desarrollado una estudiada mezcla que puede ayudar a tu cuerpo en aquellos momentos en los que pueden bajar las defensas. 

Equinácea Plus 5 es un complemento ideal para ayudar a tus defensas con el que no solo disfrutarás de esta fabulosa planta si no que también contarás con el tomillo, el eucalipto, la menta piperita, el romero y el cistus.

El tomillo se ha utilizado desde tiempos remotos en Australia y Nueva Guinea, mientras que el eucalipto es propio de las regiones templadas de Europa, Asia, África del Norte y Groenlandia. Ambos son una ayuda natural para aliviar dolencias en el aparato respiratorio y para mejorar las defensas del organismo. En cuanto al romero, éste es considerado un buen antibacteriano y antifúngico. Pero las grandes estrellas que acompañan a la equinácea no acaban aquí, y qué decir de la menta... ¡su sabor ha conquistado corazones en todo el mundo! Por último, encontramos el cistus, una planta  rica en polifenoles (compuestos de origen vegetal con propiedades antioxidantes). ¡Qué gran mezcla!  

Otra de las ventajas de apostar por esta infusión es que puedes tomarla cuando quieras, ya que al no contener teína, ésta no afectará a tu descanso. ¡Tú eliges a qué hora tomar Equinácea Plus 5! Y si tienes dudas en cuanto a cómo se prepara, no te preocupes, es muy fácil y sencillo. Sólo tienes que verter agua hirviendo sobre la bolsita, dejarla infusionar durante 5-8 minutos y.. ¡voilà!

Qué bien sienta cuidarse…