¡No, no estamos locos y entendemos tu reacción! Por eso, queremos explicarte por qué tomar té caliente también en verano puede ser bueno para combatir el calor.
Verás, en Marruecos y la India (países con tradicionales culturas del té) toman el té muy caliente incluso con temperaturas que alcanzan los 40 grados a la sombra. ¡Sí! Además, los beduinos son capaces de beberse un té en ebullición en pleno desierto del Sáhara con temperaturas que rompen los termómetros. ¿Qué por qué lo hacen? ¡Tiene su explicación científica! Si tomas una bebida fría, el organismo empieza a trabajar para aclimatar el líquido que acabas de ingerir a los 36-37 grados del cuerpo. Trabaja y, por tanto, gasta energía y provoca calor.
Por el contrario, si tomas una bebida caliente, el cuerpo no tiene que trabajar porque está a la temperatura adecuada para asimilarla. Además, una bebida caliente ayuda a la sangre a fluir y te empuja a sudar… ¡lo que ayuda a refrescar tu cuerpo y a que sientas menos calor!
Por tanto, aunque en principio pueda parecer que una bebida fría ayuda a refrescarnos, el placer es sólo momentáneo. A la larga, una bebida caliente nos ayuda a pasar mejor estos meses de verano.