En esta ocasión, nos vamos a centrar en una variedad concreta, esa que se caracteriza por su color carmesí y que presenta un sabor recio e intenso. Hablamos del té rojo, más conocido en oriente como “té pu-erh”, que debe su nombre a la ciudad de la que es originario, ubicada en la provincia china de Yunnan.
Antes de profundizar sobre el té rojo, aclararemos que los distintos colores del té responden al proceso de oxidación y fermentación al que están sometidas las hojas de la planta Camellia sinensis. En el caso del té negro, por ejemplo, las hojas están muy fermentadas y, al contrario, en el té blanco, los brotes no están sometidos a ningún proceso de oxidación. El té rojo Pompadour está elaborado con yemas y hojas especialmente fermentadas, que le otorgan su característico tono carmín y su especial aroma.
Beneficios del té rojo
Un artículo publicado por el Institute of Food Sciende + Tecnology en el que se realiza una extensa revisión bibliográfica a muchos de los estudios que analizan las propiedades del té rojo, afirma que las catequinas, la cafeína, polifenoles, aminoácidos y polisacáridos de esta planta ayudan en diversos aspectos a la salud humana, entre ellos, a reducir las concentraciones plasmáticas de glucosa, insulina, triglicéridos y ácidos grasos libres. Además, según el mismo texto, el té rojo tiene un efecto beneficioso sobre la homeostasis de la glucosa en personas con diabetes tipo 2 y es un agente neuroprotector natural.
Por otro lado, el Instituto de Investigación del Té de la Universidad de Zhejiang también ha realizado un estudio sobre el efecto eliminador de radicales libres de los extractos de té Pu-erh y su efecto protector sobre el daño oxidativo en las células de fibroblastos humanos. Esta publicación concluye que el efecto antioxidante del té rojo es mucho más fuerte que el de otras variedades.
Asimismo, se han realizado estudios sobre el efecto de esta planta en las grasas corporales, que han concluido que la administración de té rojo, reduce el colesterol, atenúa la grasa visceral y mejora la hiperlipidemia. En definitiva, las propiedades son numerosas y están ampliamente documentadas por científicos e investigadores de distintos lugares del mundo.
El té rojo y la teína
Para finalizar, un consejo a la hora de consumir té rojo: conviene tener en cuenta que, como té, es una bebida con teína, es decir, que puede alterar las pautas de sueño en algunas personas. De esta manera, siempre se recomienda que su consumo se realice a lo largo del día y no cerca de las horas de sueño.
Dicho esto, cerramos este artículo igual que lo hemos empezado, con una frase célebre, pero en esta ocasión propuesta por el filósofo Bernard-Paul Heroux, quién afirmó “no hay problema tan grande que no pueda mitigarse con una buena taza de té”, y si es de té rojo, mucho mejor.