El origen del sabor

El té es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Existen más de 3.000 variedades y se bebe desde hace miles de años. El término té deriva de un dialecto chino amoy en el que se pronuncia “tai”. El contacto entre este valioso líquido con Occidente surgió de las primeras relaciones entre comerciantes holandeses y chinos del puerto de Amoy, en la provincia de Fujian.

China

Proporciona una gran cantidad de variedades de té. Las más conocidas son: Yunnan (uno de los tés negros más fuertes, Keemum (de sabor delicado y fuerte aroma), Russian Caravan (una mezcla de tés negros que consumían los comerciantes de las caravanas rusas), Lapsang Souchong (de inconfundible sabor ahumado) y Formosa Oolong Peach Blossom (con un delicado sabor a frutas y en ocasiones se perfumaban con jazmín, gardenia, etc.).

India

Es el mayor productor y exportador de té del mundo, principalmente a Inglaterra. Por eso mismo, no sorprende que también sea el país donde sea la bebida más popular entre sus habitantes. Consumir té es más común que beber agua. El más consumido es el té negro y los más populares son: Darjeeling (es considerado el champán de los tés por su delicadeza), Assam (de sabor fuerte y con una coloración muy oscura) y Nilgiris (con un sabor aromático que hace las delicias de quien los prueba).

Ceilán

También conocida como Sri Lanka, está ubicado en pleno golfo de Bengala y es una isla al sur de Asia que fue durante muchos años Colonia Inglesa. Sus tés son de gran calidad, fuertes, pero de sabor exquisito. El té negro de Ceilán es todo un distintivo de calidad. En la actualidad, la producción de té es el producto que mayor sustento ofrece a la comunidad de esta isla y son el tercer país productor del mundo de té. El té de Ceilán debe su origen realmente al café. A mediados del siglo XIX, esta isla se dedicaba exclusivamente a la producción de café, pero la aparición de un hongo exterminó las plantaciones.

Rusia

Cuenta la historia que el embajador chino en Moscú hizo un regalo de varios cofres de té al zar Alexi Mijáilovich. Por ello, el té se convirtió en uno de los productos más deseados de las importaciones de Rusia a China. En un inicio, se bebía té por sus propiedades medicinales, pero más tarde observaron más peculiaridades de la bebida. Quitaba el cansancio y aumentaba el tono vital. El té ruso tiene cuerpo y es perfumado, se suele tomar con leche, azúcar, limón, acompañado de mermelada, miel, etc., y es símbolo de respeto y cortesía.

Kenia

Aunque no son los más conocidos ni nombrados, los tés africanos representan el 30% de las exportaciones totales de té. Kenia es el mayor productor de té del continente africano y el tercer exportador de té negro del mundo. Aunque para muchos es más conocido por su café, la industria del té es uno de los principales fuertes de ingresos. El té fue introducido por los ingleses en 1903, una variedad de fuerte sabor y tono rojizo. Ideal para desayunar e incluso para tomar con una nube de leche.

Japón

Pese a ser uno de los mayores productores de té verde, los japoneses exportan menos del 2% de los miles de toneladas que producen. El té verde es el más popular y es un clásico para hacer la digestión después de las comidas o para acompañar dulces. En la actualidad, Japón produce una infinidad de productos elaborados de té: bebidas, dulces y hasta snacks. Además, la ceremonia del té japonesa es una forma ritual de preparar el té verde matcha, muy significativa en la cultura del País Nipón.